El pasado 10 de Abril de 2021, celebramos en Argentina el Día nacional de la Investigadora y el Investigador Científico. En esta fecha, desde Aceleradora Litoral buscamos reconocer a quienes dedican su vida a la creación de conocimiento. En este marco, invitamos al  Dr. Carlos Ignacio Piña, Director de CONICET Santa Fe, para compartir reflexiones sobre el rol del investigador científico en nuestra comunidad.

Entrevistador: “¿Qué significa el Día del Investigador Científico para la comunidad de investigadoras e investigadores?”

Dr. Carlos Piña: Es una forma de tener un reconocimiento. La investigación científica es una vocación, como lo son otras profesiones, que a lo largo de la historia, ha pasado por distintos momentos. Que tengamos un día es un reconocimiento a una actividad, que en la actualidad se evidencia como necesaria para el desarrollo de la comunidad.

Como decía Houssay  ¨Los países ricos son los que invierten en ciencia, y los pobres van a seguir siendo pobres mientras no inviertan en ciencia”. Creo que esto es un hecho. La inversión en ciencia vuelve, sobre todo cuando logramos la transferencia, convirtiéndola en conocimientos que impulsen empresas de base tecnológica y en mejoras de los sistemas existentes, como lo es el caso de la salud por ejemplo.

Si vemos a la ciencia como mejora de las pautas de la sociedad, la respuesta se ha dado a la salud desde todo el sistema científico, incluido INTA, INTI  y las Universidades. Hay empresas que han tomado como objetivo el problema de salud actual para cooperar. Como resultado de ello, hemos pasado de cero a tener testeos, desarrollo de kits, vacunas,   evaluaciones y monitoreo  sobre lo que se realiza, es decir,  hay acciones que se emprenden gracias a la voluntad de investigadores e investigadoras y gracias a la capacidad instalada para poder responder a los desafíos de nuestra comunidad.

La sociedad se puede apropiar de información real de hechos científicos, y en nuestra sociedad el alcance al desarrollo de estos conocimientos es masivo, en parte gracias al acceso a las tecnologías de comunicación, impactando en el teletrabajo. Como sociedad hemos cambiado, y el conocimiento acompañó el cambio.”

Entrevistador: “¿Cómo se adaptó el Conicet a este nuevo contexto de pandemia? 

Dr. Carlos Piña: “Como todas las instituciones, hemos tenido que enfrentar desafíos y diversas situaciones para continuar experimentos y recuperar equipamiento en el campo, por ejemplo. Luego conseguimos que los institutos, y las unidades ejecutoras tengan protocolos aprobados por el Conicet y puedan volver a sus actividades experimentales, y se delegó en las unidades ejecutoras la aplicación de protocolos. 

En estos momentos, podemos seguir en la actividad experimental siempre y cuando tengamos protocolos aprobados, lo cual se logró como CCT. A través de un modelador de un estudio realizado por el CIMED, se generó información sobre la circulación del aire, y mejorar la ventilación, que permitió adaptar los protocolos de limpieza básica para que el aire circule.

En una primera etapa, solo quedaron los esenciales donde había que fundamentar bien cuales eran esenciales, y ahora pasamos a una etapa menos restrictiva permitiendo actividad experimental para poder seguir trabajando.”

Entrevistador: “¿Qué espera del futuro del rol del Investigador Científico y del desarrollo de la actividad? 

Dr. Carlos Piña: “Actualmente el sistema científico está mejor visto por la sociedad con respecto a otros momentos en la historia. Tenemos una ley de financiamiento de ciencia y tecnología que no existía. Esta nueva legislación va a incrementar la incidencia de ciencia y tecnología en el presupuesto nacional llegando al 1%, aumentando casi 4 veces el porcentaje actual, lo que nos  va a permitir trabajar mejor. 

Lo que podríamos mejorar como sistema científico nacional es la transferencia. Hay áreas que están mucho más aceitadas, y hay otras donde existe esa potencialidad y no la estamos desarrollando. El sistema científico aún evalúa en términos de producción científica, y no le da el valor que tiene la transferencia. 

En este sentido, se puede mejorar el proceso y agilizar la vinculación, impulsando a que el conocimiento que generamos sea oportuno y necesario, y logre un impacto en la sociedad, que no tiene que ser empresarial, me refiero al sistema científico como generador de datos sistemáticos que ayuden a la sociedad. Se debe trabajar siempre sobre una problemática en particular, optimizar una cadena de producción, reemplazar importaciones, y porqué no, generar empresas que ayuden al desarrollo del país, tanto en el aspecto social como educativo o  de salud. ¿Cómo podemos obtener una mejor cadena de valor? El rol de las oficinas de vinculación, el de las aceleradoras, para identificar esas ideas son necesarias para lograrlo, ya que este sistema es muy amplio  y complejo. Tenemos un sistema científico que responde a las necesidades actuales sin mezquindad, y a la altura de las circunstancias”.

Agradecemos al Dr. Carlos Ignacio Piña por compartir sus reflexiones y reafirmamos nuestro compromiso con CONICET Santa Fe y todas las instituciones del ecosistema científico tecnológico para impulsar la transferencia de conocimientos, creando empresas de base tecnológica que brinden soluciones a problemáticas de nuestra comunidad.